Logística del transporte de alimentos en Navidad
La Navidad, en el ámbito del transporte urbano de mercancías, comienza mucho antes del 24 de diciembre. Millones de personas preparan con esmero los encuentros familiares que tendrán lugar en estas fechas, en las que la mesa será punto central de reunión. Todo tipo de alimentos, con especial importancia de los hortofrutícolas, serán distribuidos y consumidos. Esto requiere gran organización, previsión y esfuerzo por parte de proveedores y del transporte logístico. En el artículo de hoy, repasamos algunos de los aspectos más curiosos e interesantes del transporte de mercancías en Navidad.
1. La uva en casa antes de las 12 campanadas
¿Existe alguna fruta más asociada a estas fiestas que la uva, pieza esencial de la Nochevieja? Los racimos, una vez delicadamente cosechados, limpiados y embolsados dada su natural fragilidad, viajan en vehículos frigoríficos capaces de asegurar condiciones óptimas durante el trayecto. Control de temperatura, de humedad y evitar la exposición a la luz son factores vitales para el producto llegue en óptimas condiciones… para las doce campanadas. Aunque la tecnología posibilita transportar la uva desde largas distancias, es recomendable recurrir a proveedores locales o cercanos, para bien del medio ambiente.
2. Naranjas y mandarinas, protagonistas no tan conocidas de la Navidad
Aunque no tan icónicas como la uva, las naranjas y mandarinos están entre las frutas más consumidas en fechas navideñas por sus propiedades, sabor, tradición y, sin duda, porque están de temporada. Dado que son altamente perecederas, requieren cuidados especiales durante su transporte para asegurar que lleguen frescas a destino. Generalmente se recolectan y envasan en cajas de cartón o plástico perforadas para permitir una ventilación adecuada. El transporte se realiza en camiones refrigerados con temperatura 2 °C / 4°C, evitando la exposición directa al sol. Así es como llegan, gracias al transporte de mercancías frigoríficas, al frutero de nuestra mesa navideña con todo su sabor.
3. Marisco: el más codiciado en la mesa de Navidad
El marisco es uno de los productos más codiciados de la Navidad. Mercancía muy delicada, el embalado, transporte y almacenaje se realizan con extremo cuidado. La congelación se efectúa entre 0 ºC y -18 ºC. El envase de transporte (habitualmente cajas de poliestireno expandido) debe ser capaz de retener el agua de mar e impedir el contacto con el aire que estropea la grasa. Debe, de igual forma, impedirse la deshidratación del marisco. El producto viaja en vehículos isotermos (en transporte urbano y capilar) o refrigerado (desplazamientos largos) exclusivamente destinados a este tipo de productos (pescados y mariscos).
4. Turrón: un transporte peculiar
¿Puede imaginarse una Navidad sin turrón? Este delicioso producto no requiere ser transportado en frío, dado que es de alta durabilidad. No tiene fecha de caducidad, sino de consumo preferente, de un año aproximadamente. Sin embargo, su transporte no está exento de complejidad: al tratarse de un producto tan estacional y asociado a unas fechas, la campaña de consumo transcurre en unas pocas semanas. Esto genera mucha incertidumbre en cuanto a la demanda y, por tanto, las materias primas que los fabricantes deben adquirir, así como el volumen de producción. Por tanto, la campaña y el transporte logístico deben prepararse con gran mimo.
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