Especialidades en el transporte frigorífico de mercancías
Solemos hablar del transporte de mercancías frigoríficas como de un único modo de transporte. Sin embargo, existen innumerables variables y especialidades no solo en función del producto, sino también del vehículo, la técnica, la geografía y más. Hoy en nuestro blog vamos a profundizar en las peculiaridades de esta forma de transporte logístico, especialmente necesario en los meses calurosos.
1. La refrigeración en el transporte de mercancías
La refrigeración es el procedimiento que se emplea para productos perecederos que requieren de frío para poder conservarse durante más tiempo (nunca a largo plazo). Se trata primordialmente de frutas, verduras y determinados lácteos. Son, como se ve, alimentos no susceptibles de congelación, aunque es cierto que bajo ciertas condiciones sí pueden congelarse. En este sentido, deben transportarse entre los cero y los 15 °C. Eso no significa que mantener la cadena de frío no sea importante para ellos, en especial en las largas distancias. Superar por arriba o por abajo la horquilla de los 0-15 °C implicaría el deterioro de la carga.
2. Transporte de productos congelados
La congelación requiere un mayor consumo energético, pero posibilita la supervivencia de las mercancías en tiempos que de otro modo resultarían inviables. Es gracias a la congelación que podemos disfrutar en ocasiones de alimentos llegados desde muy lejos. Productos susceptibles de esta forma de transporte son las carnes y los medicamentos, así como las vacunas, entre otros. El proceso implica una mayor complejidad técnica que la refrigeración y la ruptura de la cadena de frío podría ser desastrosa. Hay diversos rangos en el transporte de congelados. Suelen dividirse en gamas que van de los 0 a los -12 °C, según el tiempo que se prevea que van a permanecer los productos en congelación, así como su nivel de elaboración.
3. Transporte de ultracongelados
Estos dos mismos factores son los que determinan la diferencia entre los productos congelados y los ultracongelados. Estos se almacenan y transportan a menos de -18 °C, llegando hasta los -30 °C o menos. Alimentos que se pueden someter a estas condiciones son pescados, crustáceos, moluscos y cremas heladas, especialmente demandadas en verano. El proceso de ultracongelación se realiza en un máximo de dos horas.
4. Vehículos para el transporte frigorífico de mercancías
Múltiples modalidades de condiciones frigoríficas en el transporte de alimentos implican también una variopinta gama de vehículos destinados a esta tarea. Así, podemos encontrar los vehículos isotermos (equipados con caja aislante para evitar el calor exterior), refrigerados (que pueden llevar alimentos hasta -20 °C, equipados con una caja de frío), frigoríficos (alcanzan igualmente los -20 °C). Todos ellos son en realidad isotermos. Por último, resaltamos un vehículo que tiene la función opuesta: el calorífico, que aumenta la temperatura. Esto resulta útil en latitudes frías donde en invierno las temperaturas caen en picado.
Y solo hemos llegado a la superficie de todas las modalidades y posibilidades que encierra el transporte de mercancías a baja temperatura. En otra ocasión exploraremos más al detalle sus diversas especialidades. Mientras tanto, recuerda que TLX Transportes somos especialistas en el transporte urbano de mercancías frigoríficas en el arco Mediterráneo… y estamos a tu servicio.