¿Cómo se realiza el transporte de mercancías de marisco y moluscos?
Gracias al transporte urbano de mercancías frigoríficas, procesos en otro tiempo irrealizables forman hoy parte de nuestra vida cotidiana. Un ejemplo es el transporte de productos frescos del mar como el marisco (centollos, cigalas, langosta, etc.), los berberechos, las navajas o las ostras, que pueden llegar a nuestro hogar con todas sus propiedades, aunque vivamos a centenares de kilómetros de la costa. ¿Cómo funciona este transporte de mercancías? ¿Qué peculiaridades tiene? ¿Qué retos supone a nivel logístico? Te lo contamos a continuación.
1. Cómo transportar el marisco
El marisco es una mercancía muy delicada y apreciada por un consumidor exigente. Por ello, tanto el embalado, como el transporte y el almacenaje posterior deben llevarse a cabo con extremo cuidado: el género debe llegar a la mesa con todo su sabor y frescura. Todo parte de una adecuada selección inicial. A continuación, la congelación se efectúa entre 0 ºC y -25 ºC. El envase en que se transporta (habitualmente cajas de poliestireno expandido) debe ser perfectamente capaz de retener el agua de mar y, a la vez, impedir el contacto con el aire que enrancia la grasa.
2. Cadena de frío y buena sujeción
El transporte refrigerado de productos tan selectos como la langosta o el centollo, además de evidentemente mantener la cadena de frío, deberá evitar oscilaciones mediante una adecuada sujeción de la carga. Recordemos que el marisco fresco no solo se transporta por carretera: a veces llega a destino en avión. Hace un siglo comer langostino fresco de Vinaroz, por ejemplo, era un lujo extremo al alcance de muy, muy pocas personas, a no ser que uno estuviese o se desplazase hasta esta localidad pesquera castellonense. Hoy, en cambio, gracias a los avances en refrigeración y transporte, el milagro es posible.
3. Transporte frigorífico de las ostras
Cada día, las ostras criadas en Galicia (por citar un solo ejemplo) viajan en ingentes cantidades a regiones tan alejadas como Escandinavia, donde son altamente demandadas. Tanto las ostras como el marisco son productos a los que el consumidor exige una calidad y excelencia especiales. Por ello, deben llegar a destino, sea España o internacional, bajo unas impecables condiciones en la cadena de frío. Dichas condiciones no pueden descuidarse ni en uno solo de los miles de envíos que las empresas del sector realizan cada año. En este sentido, el transporte urbano de mercancías por carretera refrigerado ha vivido en la última década una gran evolución que facilita cumplir estos requerimientos, tanto en condiciones de entrega como de trazabilidad de la mercancía.
4. Atención al detalle en el transporte logístico: la clave
Un berberecho fresco puede ser recolectado en aguas holandesas y un día después estar en un refrigerador en España. Lo mismo puede decirse de los procedentes de Portugal, Huelva o Galicia. Teniendo en cuenta que este molusco puede sobrevivir hasta seis días fuera de su hábitat, bastará con mantener la cadena de frío, dentro de una caja de corcho, con hielo y precinto de seguridad para que la entrega se realice con todas las garantías. Idénticamente sucede en el caso de las navajas.
Ahora ya conoces un poco más el peculiar mundo del comercio de marisco y moluscos frescos. Solo nos queda recordarte que, en el transporte urbano de mercancías, TLX es tu empresa especialista, con principal presencia en el arco mediterráneo, y en plena expansión al resto del territorio nacional. Descubre nuestros servicios logísticos a tu disposición.